Dar un paso. En cualquier dirección.
Es en el movimiento y en la acción donde (también) encontramos respuestas. Es en esa energía liberada al romper con la inercia que nos mantiene estancos, que encontramos claridad.
Experimentar. Probar. Aprender. Iterar. Reajustar de nuevo.
Tomar acción es realmente el comienzo de cualquier proceso. Tener una idea no es el mérito. El mérito es escoger una y llevarla a cabo, materializarla. Hacerla real.
¿Cuántas veces te has dicho que no estás preparado? ¿cuántas veces te has dicho que te sientes confuso o que no sabes qué dirección tomar? ¿cuántas veces te has contado que, en este momento, no tienes suficiente fuerza o no te sientes conectado con tu energía creadora?
Sí, hay momentos para pausar y recalibrar. Sin duda. Pero la vida es cambio y se vive en movimiento. Por eso es importante dar pasos aunque sean pequeños, aunque te parezcan lentos o aunque no tengas claridad absoluta acerca de ese “destino final” al que te estás acercando.
La motivación no es algo a lo que accedemos o encontramos de manera constante. Hay momentos en los que sí sentiremos esa chispa inicial que encenderá nuestro fuego interno y nos pondrá en marcha, pero la mayoría de las veces, la motivación se irá construyendo poco a poco. Es más bien una llama que crece día a día, a medida que la alimentas con tus acciones. La motivación se consolida con cada paso que decidimos seguir dando.
«Caminante no hay camino, se hace camino al andar» - Antonio Machado.
A lo largo de mi vida, he detectado dos situaciones principales que han mermado mi capacidad de accionar y de seguir en movimiento:
La primera situación surge cuando confío demasiado en esa chispa inicial, cuando le otorgo demasiado peso. “No me siento inspirada” - me digo - luego no actúo. Me diluyo. Me distraigo.
La segunda situación ocurre cuando me marco metas fantasiosas o abstractas. Mis objetivos en este caso suelen ser difusos, lo que me dificulta ser constante en su ejecución. Puedo tener motivación un día o una semana y cumplir mis “tareas” pero al no tener un plan claro, la motivación vuelve a decaer. Me estanco.
Ambas situaciones derivan en parálisis. Y ambas se desbloquean dando pasos pequeños, “abarcables”. En la primera situación, esos pasos pequeños me sacarán de la inacción. En la segunda, esos pasos “pequeños” me obligarán a ser más realista y a concretar esas ideas abstractas que quiero ejecutar. En ambas situaciones, me pongo en movimiento.
El que tiene la responsabilidad de tomar cartas en el asunto, eres tú. Aunque no te apetezca, aunque no lo tengas claro. No te quedes atrapado en el plano mental. Pensar, analizar, ponderar…es necesario, pero de nada sirve si no va acompañado de energía en movimiento. La emoción es eso: energía moviéndose. Permítete emocionarte con lo que hay o con lo que vendrá, aunque ahora te cueste vislumbrarlo. Sólo empieza a moverte. Sal de tu inercia.
En estas últimas semanas, dejé de publicar mis artículos dominicales en abierto para destinar el tiempo que normalmente dedico a escribir, a otras actividades. Quería tomar perspectiva, quería juego y exploración. Aunque reconozco que también me he contado que estaba estancada, que estaba bloqueada, que necesitaba un receso...
Lo que he detectado en estas semanas, es que estoy aterrizando ideas que necesitan más tiempo para madurar, pero también he reafirmado que mi proyecto -y vida- se basan en la escritura. Por eso, necesito seguir en movimiento. Necesito seguir escribiendo. Sin remilgos, ni miramientos. Sin aspirar a un perfeccionismo innecesario.
Hace unos días me senté con bolígrafo en mano frente a mi journal. Aún dudaba acerca de si continuar en receso. Después de aquella sesión de journaling, lo vi claro: yo misma voy a aplicar lo que “vendo”, yo misma voy a aplicar los consejos que doy y que sé que funcionan.
Sí, necesitaba tomar perspectiva, pero no voy a esperar sentada a que olas de motivación, entusiasmo, claridad o pasión me invadan. Construyo con lo que hay, construyo con esta voluntad intermitente sabiendo que esa motivación, volverá a encontrarme.
Por eso…
Elijo escribir.
Elijo presentarme frente a mi página de Notion aunque me sienta oxidada.
Elijo publicar.
Estoy Aquí. He vuelto.
Seguimos💛
Y tú…¿cómo vas a ponerte en movimiento? ¿qué paso (grande o pequeño) eliges dar? Te leo.
Con amor,
Julia
¡Bienvenida, Julia! Aunque realmente nunca te fuiste del todo, pero se te ha echado de menos igualmente. Buena reflexión, movernos es más importante que esperar la motivación. Aunque ambos sabemos que es fácil decirlo, pero difícil hacerlo, así que felicidades por ese paso. Ganas de ver con qué nuevas aventuras y reflexiones nos sorprendes.
Justo lo que necesitaba para cerrar mi domingo. Me pondré en movimiento retomando mi historia inconclusa y corrigiéndola. Yo soy su autora y es mi deber terminarla.