Esta semana me siento blandita.
Tenía pensado publicar un artículo de la serie ‘Leo y Converso’ hablando del libro ‘Muchas Vidas, Muchos Maestros’. Empecé a escribir ese artículo en noviembre, nada más terminar de leer el libro y aún no ha visto la luz, sé que lo hará algún día. Pronto😅
La vida ha venido con otra de sus olas mágicas y una vez más, he querido hacer honor al nombre y concepto de este espacio, ‘The Journal’, y compartir lo que hay presente, si no… ¿de qué? Ya habrá otro momento para hablar de libros o para terminar la historia de ‘Mi Viaje de Monje’.
Me encanta. Me encanta cuando la vida nos trae esas olas que nos ponen patas arriba y me encanta aún más cuando somos capaces de verlas a tiempo, aceptarlas y adaptarnos a lo que sea que quieren traernos. Hace años, me ocurría que andaba tan obsesionada con mi día a día, mis rutinas y mis proyectos que no daba espacio a esas olas. Venían igual, pero las resistía, no quería ni escucharlas, ni sentirlas, ni mucho menos atravesarlas. Sí, podía hacer journaling sobre ellas o comentarlas en mi sesión de terapia pero no hacía nada más, yo seguía cual robot con mi día a día. A veces no podemos escapar de los compromisos, obligaciones o rutinas diarias - trabajo, familia, actividad social …- pero no es mi caso actual, decidí salirme de ese ‘círculo de la rata’ precisamente para meterme en mi propio círculo y poder decidir cómo quería invertir mi energía. Por eso hoy elijo dar espacio a estas olas: son las que traen los aprendizajes que necesitamos integrar y lo que ocurre cuando no las atravesamos, es que golpean de nuevo y seguramente más fuerte.
Pues bien, esta ola que me ha visitado recientemente me ha invitado a bajar el ritmo, a revisitar de nuevo mis valores, a pensar cuál es mi ‘authentic code’ y los filtros que utilizo para tomar decisiones. Me ha invitado - obligado más bien - a hacer balance de mi vida de una forma más objetiva y soltar un patrón que lleva conmigo toda mi vida y ya no puedo (ni quiero) sostener.
Al terminar el curso de yoga hace veinte días, decidí explorar la isla un poco más y aprovechar el hecho de que estoy en Koh Phangan, un lugar aclamado por ser un lugar de sanación profunda. Quería asistir a algunos de las decenas de workshops que ocurren cada día aquí para seguir profundizando en mi camino y seguir recolectando información para ‘Release Yourself’. No todos los talleres son de alta calidad pero ya conozco ‘profes’ y centros de los que me puedo fiar. Me he familiarizado con el trabajo de Byron Katie para desmantelar creencias, he asistido a workshops de tantra + intimacy para profundizar en mis valores sobre relaciones y he acudido a sesiones de hipnoterapia grupales.
No obstante, mi ola, no ha venido de estos workshops. Mi ola ha llegado a través de las relaciones que hay en mi vida ahora mismo.
Benditas las relaciones porque nos espejean. Unas veces en forma de abrazo al corazón, otras veces, zarandeándonos un poco. Amistades profundas, conexiones de alma, esa ‘soul family’ que va apareciendo en nuestro camino. Relaciones que nos muestran tan claro qué necesitamos para evolucionar y expandir. Si nos atrevemos a mirar, claro. Las relaciones que tengo aquí en Koh Phangan han encontrado la manera de entrar en mi vida de diversas formas, a pesar de estar centrada en mi y en mi empresa. Doy gracias, porque tenían muchas cosas que mostrarme que sola no hubiese podido ver.
Me he abierto a esa ola que ha venido y he decidido darme el tiempo para atravesarla. Trabajar ese patrón que ya sabía que estaba en mi vida, pero ahora parece que ya tengo la fuerza y determinación para desmantelarlo. Mis herramientas para trabajarlo están siendo:
1. prestar más atención a mi día a día -las elecciones que tomo, las actividades que decido hacer, con quien paso mi tiempo 2. determinación: yoga y gimnasio al menos cuatro días por semana, para demostrarme que puedo confiar en mí 3. poner límites, comunicar, hablar claro (y honestamente) acerca de mis necesidades, 4. escribir, esta vez guiada con varias preguntas para poder ser más específica que con el ‘free writing’, 5. meditaciones o ‘deep imaginings’ en los que, a través de visualizaciones, se hace un llamado al subconsciente para que me vaya mostrando lo que no puedo ver en el consciente. 6. ir (más) despacio y darme tiempo para este self-work.
Esta vez lo he sentido claro, aunque este proceso pueda parecer un retraso en otros proyectos en los que quería trabajar, es necesario que lo atraviese, es necesario que me lo tome en serio porque si no, ese patrón seguirá corriendo en piloto automático y extendiéndose a varias áreas de mi vida. ¿por cuánto tiempo más estamos dispuestos a cargar con pesos que ya no tocan? ¿cuántas olas queremos seguir evitando?
La vida es balance, balance entre hacer y estar. Entre sentir y accionar.
¿Qué te pide la vida en este momento? y ¿qué puedes hacer HOY para dártelo?
Te abrazo,
Con amor,
Julia💛
Acá toda la info del siguiente mini-curso de escritura online: Lazos Personales
Estoy llena de ilusión por este programa que ve la luz por primera vez en este formato de 3 sesiones✨📝
Qué bien Julia! Quien busca encuentra!
Mi patrón era hacer y hacer y después de eso volver a hacer porque en mi casa me enseñaron eso! Mi papi con 78 años sigue a día de hoy haciendo chapuzas, papeles, lo que sea pero hacer 😅
Y yo siempre he pensado que solo iban a valorarme si también hacía algo todo el rato.
Ahora llevo unos meses de parón y me están sentando de maravilla.
Que sigas con esta locura de vida (más) despacio ❤️
la vida me pide no sacar conclusiones . . me pide hacer y pasar de cuestionar las cosas . . y es liberador, antes era incapaz y últimamente los pensamientos tienen menos peso
estaré pendiente de esas olas porque me gustaría aprender a atravesarlas . . de momento me siento bastante serena :)
un abrazo