Conviértete en ti
Empiezo el artículo de hoy compartiendo esta cita de Yung Pueblo:
Be so grounded in your own vibe that you stop adopting other people’s energy.
Siéntete tan anclado en tu propia vibra, que no adoptes la energía de otras personas.
Y lo continúo lanzando la siguiente pregunta:
¿En qué momentos de tu vida convives solo contigo para convertirte en quien eres realmente?
Hoy, me gustaría enfatizar la necesidad imperiosa de pasar tiempo con nosotros mismos. Tiempo para convertirnos en nosotros antes de “salir a comernos” el mundo. Tiempo para cuestionarnos, escucharnos, formar nuestras propias opiniones, argumentarlas, sostenerlas, cuestionarlas de nuevo y rebatirlas cuando sea necesario. Tiempo de calidad para anclarnos y conocernos sin dobleces, de tal manera que, cuando algo no sea nuestro, cuando algo no se sienta como nuestro, seamos capaces de identificarlo inmediatamente, tal y como sugiere Yung Pueblo en la cita con la que he abierto esta publicación.
Julia Cameron en The Artist Way lo explica muy bien: debemos aprender a colocar a nuestro artista interno en un entorno seguro, si el trabajo primerizo se expone a críticas prematuras, estas pueden hacer naufragar nuestro crecimiento como artistas. Debemos estar alerta ante los sutiles sabotajes de nuestros amigos y las dudas bienintencionadas porque esas dudas reactivarán las nuestras.
Sí, Cameron habla de obras de arte y de proyectos creativos, pero yo me atrevo a extrapolar esos consejos a nuestra vida cotidiana. Los seres humanos dibujamos nuestra vida día tras día; la construimos con nuestros pensamientos, palabras, decisiones y acciones. El proyecto creativo, en este caso, somos nosotros, por eso debemos cuidarnos y protegernos. Bajo mi punto de vista, las pautas de Cameron, aplican también a saber discernir cuándo necesitamos proteger nuestra voz, opiniones y/o creencias hasta que estén lo suficientemente maduras como para ser expuestas. Si no, nos dejaremos llevar.
Cuando estamos empezando a conocernos y a cuestionarnos, es todavía fácil dejarnos influenciar por otras personas, modas o corrientes externas. Incluso, sin darnos cuenta, empezaremos a compararnos, a ver qué es lo que está pasando en el mundo para adaptarnos a eso que “parece que funciona”.
Como pollitos recién salidos del cascarón, el más mínimo comentario - aunque cargado de buenas intenciones - puede tambalearnos y hacernos dudar de nuestro camino. Incluso esas personas que nos quieren, y nos quieren bien, proyectan a menudo en nosotros su visión o punto de vista. Por eso es importante estar anclados en nuestra verdad de tal manera que recibamos esos comentarios como lo que son; otros puntos de vista. Tomando únicamente aquello que nos ayude. Me remito de nuevo al apunte de Yung Pueblo: estar anclados en nosotros.
Soy fiel defensora de que nos expongamos al mundo, de que exploremos, hablemos, debatamos, preguntemos, aprendamos y de que alcemos la vista para examinar lo que sucede a nuestro alrededor. Pero también secundo el que busquemos esos instantes, momentos en nuestros días, horas o semanas para experimentar lo que es convivir solo con nosotros, dejar salir nuestra propia voz y lo más importante, validarla.
Decidí escribir sobre este tema porque, por mucho tiempo, yo me dejé arrastrar por esas fuerzas externas. Dudaba de mí, de mi voz y de mi opinión. No fue hasta hace unos años, que por fin empecé a encontrar la determinación para apartarme del ruido externo, dejarme hablar y aceptar todo lo que llevo dentro. Luz pero, sobre todo, sombra. Aprendí a callar y a observar(me).
Ha sido ese tiempo “marinándome en mi propio bálsamo” lo que me ha permitido empezar a compartir desde mi centro, desde mi verdad, hablar desde mi experiencia, que es lo único que conozco y el único lugar desde el que puedo compartir, porque incluso los datos objetivos y cuantificables, son cuestionables si no encajan con nuestras creencias o nuestra forma de ver el mundo. Mi invitación es a darnos el tiempo para conocer nuestra realidad y nuestras circunstancias.
Te vuelvo a lanzar la pregunta: ¿en qué momentos de tu vida convives solo contigo para convertirte en quien eres realmente? y ¿qué deseos, sueños, creencias o ilusiones nacen en esos espacios? Te invito a que te tomes un tiempo y empieces a tirar del hilo.
Hasta aquí la publicación de hoy. No quería cerrar el año sin sembrar esta semilla. Quizá, en estos días - festivos para algunos - andemos un poco más reflexivos acerca de lo que se va y de lo que viene…y quizá…nos demos cuenta de que sí queremos más de esos momentos en el nuevo año😉
Démonos el tiempo para convertirnos en nosotros. Regálate el tiempo para convertirte en ti.
Como siempre, os leo!
Con amor,
Julia
Cosillas varias:
Esta semana llegamos a 300 suscriptores❤️. Compartí en esta nota mis pensamientos acerca de lo que supone escribir y ser leído. GRACIAS. Me siento privilegiada, agradecida y con ganas.
Gracias a todos los que estuvisteis presentes en el taller de escritura de la semana pasada. Fue un goce para mí. Gracias a todos por vuestro feedback y gracias
por compartir tu opinión con la “comunidad“La semana que viene no habrá publicación, me tomo un mini descanso, estaré danzando durante tres días para recibir el año y soltar lo que aún queda acumulado de este. Os deseo una buena entrada de año, nos vemos de vuelta el 7 de enero🤗
Por último, estoy diseñando un mini-curso (2 sesiones) sobre cómo empezar en Substack y crecer tu audiencia desde cero, ya que recibí algunas peticiones acerca de este tema. Tengo el check del Substack team. ¿Hay alguien de por aquí que también estaría interesado? Mi plan es hacerlo a finales de enero.
Un beso y feliz día!