Lo personal es universal
¿Por qué y para qué comparto? #1 | Manifesto para ‘The Journal’.
Empecé a escribir estas líneas en septiembre, hace apenas unos meses. Las escribí exclusivamente para mí, cuando decidí comprometerme a publicar en Substack una vez a la semana. Era importante entender de dónde nacían estas ganas de empezar a compartir y publicar de manera consistente aquello que escribía. ¿Por qué y para qué lo hacía?. Buscaba la respuesta a esas preguntas para afianzarme en este camino, o quizá, sólo para cuestionarlo y comprobar si realmente esas ganas venían de dentro.
También quería vislumbrar, aunque fuese a grosso modo, los temas sobre los que quería escribir: ¿por qué y para qué escogía esos temas? ¿llegarían alguna vez a aportar algo a mis lectores - todavía ficticios por aquel entonces? Buscaba entender porqué mis simples diarios, esos que me llevan acompañando siete años, se me habían quedado cortos. Al poco tiempo, aprendí que escribir para una misma y escribir para un público no tiene nada que ver.
Fui escribiendo estos párrafos en distintos momentos a lo largo de ese mes de septiembre. Notaba como los motivos por los que quería compartir cobraban fuerza, me hacían sentido. Escribía frases cargadas de emoción. Las dejé reposar. Supe que aquel no era el momento en el que debían ver la luz. Aún estaba demasiado verde; ni siquiera sabía si cumpliría con lo de publicar una vez a la semana o si podría sostener a una comunidad incipiente de personas. Ha sido esta semana (quizá por eso de entrar en el nuevo año) que me ha apetecido compartir aquellos párrafos, modificando lo que ya no aplica, en base a lo aprendido en los últimos meses.
¿Se podría considerar este texto como un Manifesto para ‘The Journal’?
Pues sí, se podría. De hecho, es lo más parecido a una declaración de propósitos e intenciones que he escrito hasta ahora para este espacio. Por el momento, este Manifesto consta de tres partes.
Allá voy con la Primera Entrega: Lo Personal es Universal
¿Por qué y para qué comparto?
Comparto, simplemente, porque durante muchos años, no me atreví a hacerlo. Durante mucho tiempo, dudé de mis pensamientos e ideas que cuestionaban la realidad en la que vivía. Reflexiones que no encajaban con la sociedad y la cultura en la que crecí. Insegura y también confusa. Por eso empecé escribiendo a escondidas, en mis queridos journals, para primero soltar y observar todas esas ideas desde la distancia.
Años más tarde, después de mucho trabajo personal y exploración hacia fuera y hacia dentro, entendí que lo que hace falta es que compartamos más, que hablemos más de esos pensamientos incómodos e incluso disruptivos que, a priori, podrían parecer locuras (¿locuras a vista de quién? sería una buena pregunta). Lo que hace falta es que los reconozcamos, que les demos cabida, que nos destapemos, que se caiga el velo y desaparezcan las máscaras.
Comparto para conectar.
Escribo sobre mis cuestionamientos internos, vaivenes emocionales y chácharas mentales. Sí, comparto mucho sobre mi vida personal. Sin dobleces. Porque ese es el punto; hablar de lo que no solemos contar en voz alta pero sí nos contamos a nosotros mismos. Comparto para dar luz a mis elucubraciones varias. Por si a alguien le pueden alumbrar. Comparto para inspirar, motivar, acompañar e invitar a la reflexión y al cuestionamiento, no para que sigas mis consejos o mi forma de vida, solo para provocarte a que encuentres aquello que a ti te funciona.
Comparto porque siento que este es él (mi) camino: hablar de lo que sentimos.
Cuento mis verdades personales, algunas de las cuales -considero- podrían resultar también verdades universales. Me remito a esta cita de Carl Rogers, la cual da título a esta primera entrega: lo personal es universal. Hablo de emociones porque considero que son el lenguaje más universal que tenemos, independientemente de donde hayamos nacido, la educación que hayamos recibido, el idioma que hablemos o la clase social a la que pertenezcamos. En las emociones nos encontramos. Todos hemos sentido tristeza, miedo, dolor, vergüenza, amor o alegría. Comparto mis historias para encender la luz y para apoyar que todo lo que sentimos es válido, incluidas esas emociones fuertes de las que a veces huimos. Comparto para reivindicar que esa es parte - y privilegio- de nuestra naturaleza humana: sentir ese amplio espectro de emociones, tener la capacidad de experimentarlas.
Comparto porque hace unos años, me habría gustado leerme.
Me habría gustado leer a una persona - lógica, racional, mental y muy dentro de lo que conocemos como ‘sistema’ - que se permitiese cuestionarse, salir a explorar por sí misma y sencillamente, sentir. Una persona que compartiese este tipo de mensaje, cuando yo aún no entendía de que iba todo esto del juego de la vida, no es que ahora lo entienda, es que ahora me da un poco más igual; confío más en mí y me permito vivir más a mi manera.
Después de mis primeros textos publicados, empezaron a llegar algunos comentarios, directos al corazón: .
«Sabia mujer poniendo en palabras y compartiendo desde el alma el inicio de lo que muchas sentimos y cuesta expresar» - Agustina
«No sé cómo lo haces pero siempre que te leo consigues encender todas esas luces que habitan en mi y que sola no me atrevo a mirar y esto es porque siento tu voz al lado mía» - Isabel
«Me atrapa la transparencia con la que te abres y hablas de tu vida. Me siento identificado con muchos puntos» - Alex
Estos comentarios me dieron fuerza y afianzaron este camino que, poco a poco, ya iba transitando cada vez más segura.
Por último, entiendo por qué he decidido compartir estas líneas ahora y no en septiembre. Al escribir y publicar cada semana, me voy sintiendo más tranquila al exponer mi voz, mi opinión y mi punto de vista. Entiendo que mi mensaje no es para todo el mundo y abrazo el que no lo sea. Esa es la magia de los infinitos puntos de vista.
Hasta aquí la primera entrega, espero que ‘al punto’. Nos vemos pronto en la segunda: Predicar con el Ejemplo😉
Y tú…¿sientes la necesidad de expresarte y/o compartir a través de algún medio, ya sea voz, actuación, escritura, fotografía, canto, danza, pintura…? ¿te das el permiso y el tiempo para hacerlo?
Como siempre, os leo❤️
Con amor,
Julia
Me siento muy identificado con lo que escribes Julia!
Sigue compartiendo tu visión del mundo personal y universal al mismo tiempo :-)
Por favor no dejes de compartir esa luz tan bonita en forma de letras, de letras que viajan, que llegan, que abrazan. ❤️🩹